jueves, 4 de agosto de 2011

Culitos tiernos para un jardinero (XXIX) Parte 4

Elsa la desobediente

El fin de semana no tenía pensado llamar a ninguna de mis esclavas. El tema de la edición de los vídeos me estaba llevando mucho más tiempo del que disponía entre semana por lo que pensaba invertir el fin de semana en este tema. El sábado por la tarde, por despejarme un poco, a eso de las 8 de la tarde, me fui a dar un paseo por una de las zonas por las que solía ir con los amigos a tomar algo. Mi única intención era la de buscar a alguno de ellos para tomar algo y distraerme durante un par de horas del trabajo agotador. Mi sorpresa fue cuando después de 30 minutos de búsqueda infructuosa por los bares habituales, se me ocurrió ir a otra por la que suelen andar chavales más jóvenes que nosotros y sorpresa, allí encontré a Elsa. Por fortuna, yo le vi a ella, pero ella a mí no. Estaba sentada en unos bancos con una cuadrilla de otras 6 o 7 chicas de su edad o algo mayores, tomando algo que se pasaban en una botella de coca cola a la vez que alguna de ellas mantenía un cigarrillo entre sus dedos. Elsa era una de las que tenía el cigarrillo al que de vez en cuando daba una calada. Busqué un sitio tranquilo, apoyado en una pared, desde el que utilizando mi nuevo móvil con cámara de fotos pude sacarle unas cuantas fotos de cómo fumaba y bebía lo que pude observar era JB con cola. La verdad es que la casualidad de encontrarme a Elsa en una ciudad tan grande como Madrid fue increíble y de hecho nunca me había encontrado antes a ninguna de mis otras esclavas. Estuve aproximadamente unos 45 minutos sacando fotos a Elsa que enviaba a mi cuenta de email. Estuve tentado a ir a su casa y esperar su vuelta, pero era demasiado joven y me daba miedo hacerle algo en la calle y que alguien me pudiese denunciar si me veía acosando a la cría. Opté por largarme, a pesar de que me había puesto realmente cachondo pensar lo que le había hecho unos días antes a la cría.
El fin de semana se me pasó rapidísimo mientras mis ventas iban aumentando de forma increíble hasta llegar enviar pedidos por importe de casi 15.000 euros en un solo fin de semana. El dinero lo recibía a vuelta de correo en un sobre a un apartado de correos que no estaba a mi nombre. De esa forma trataba de poner el máximo número de trabas a ser identificado.
El lunes por la tarde llegó y llegué a la clase de Elsa puntual como siempre. Ella estaba ya en casa, o sea que me abrió la puerta sin problemas y me acompañó al su dormitorio, donde solíamos dar la clase. Una vez que yo entré cerré la puerta tras de mí suavemente sin despertar sospechas en la chica. Elsa vestía un pantalón de chándal azul oscuro y una camiseta de manga corta en la parte de arriba. Era una ropa usada, que seguramente la utilizaba para estar en casa cómodamente. No se puede decir que fuese una ropa bonita, ya que era tan ancha que lo único que marcaba a la chica era la goma del pantalón en su cintura.
  • "Hola. ¿Cómo estás?. ¿Qué tal el fin de semana?", le pregunté mientras dejaba la mochila en el suelo de la habitación.
  • "Ehh, Bien. He hecho los deberes que me mandaste", respondió la chica abriendo el cuaderno en la página que quería mostrarme. "¿Ves?".
  • "¿Te has portado bien este fin de semana?".
  • "Ehh, sí. Ya te digo que he hecho todo lo que me mandaste".
  • "Yo no lo creo. Sino, ¿cómo me explicas esto?", le dije sacando del bolsillo interior de mi chamarra las copias de todas las fotos impresas.
La cara de la chica cambió completamente al ver lo que había tirado sobre su cuaderno. Se trataban de fotos en que se la veía claramente bebiendo y fumando en compañía de un grupo de chicas.
  • "¿Cómo?. Esto, … Por favor, no me hagas nada. No se lo digas a mi madre por favor. Es la primera vez que voy allí. Yo no quería. Me han convencido unas amigas y …"
  • "Ya claro, como la otra vez. Las he conseguido de casualidad. Te vi sin ir a buscarte. Simplemente de casualidad pasaba por allí y te hice las fotos. ¿Qué voy a tener que hacer contigo ahora?. Has sido una niña mala y además me has mentido cuando te he preguntado si te habías portado bien el fin de semana. Voy a tener que dar estas copias a tu madre, me temo".
  • "¡No!, por favor. No lo hagas dijo la chica cogiendo rápidamente las fotos y arrugándolas. Si lo haces me mata".
  • "Está bien. Pues sabes que entonces te tendré que castigar yo. Como te castigué pasada semana por desobediente".
  • "Por favor no me hagas daño. Yo no quería. No tiene importancia. Es una bobada de Susana, una amiga mía, por favor".
  • "Si no se lo digo a mi madre tienes que cumplir el siguiente castigo. ¿Aceptas o no?".
  • "¿Qué castigo?".
  • "Serás mi esclava durante toda la semana incluyendo el fin de semana en que te las arreglarás para venir conmigo a dormir la noche del sábado. Tú verás que historia le cuentas a tu madre. ¿Trato o chivatazo?".
  • "¿Para qué me quieres?. ¿Para hacer guarradas conmigo, no?".
  • "Llámalo así si quieres, pero te lo voy a hacer pasar de maravilla. Te voy a follar bien follada hasta que te corras como tu hermanita una y otra vez. ¿Trato o no?".
  • "Está bien. Pero por favor no me hagas daño. El otro día me hiciste mucho daño y por favor no me hagas tragar tu líquido blanco. Me dio mucho asco y casi devuelvo solo de pensarlo", dijo a la vez que le daba una arcada.
  • "Veremos a ver, pero eso me lo tendrás que rogar durante toda la semana, porque el trato incluye que eres mi esclava y haré contigo lo que yo quiera. ¿Aceptas o no?".
  • "Sí", dijo la chica mirando al suelo después de pensar unos segundos la respuesta.
En los siguientes dos minutos, la chica quedó inmóvil de pié en el centro de la habitación mientras yo colocaba dos cámaras de video digitales en dos trípodes para grabar toda la habitación desde dos perspectivas diferentes. El anterior video con la cría había sido un éxito y quería que este fuese un auténtico bombazo. Antes de dar al "rec" de las dos cámaras, me coloqué unas máscara tipo "el zorro" y me engominé en pelo hacia atrás para evitar ser reconocido en la grabación.
  • "Estupendo. Pues ven aquí", le dije tirando de su mano hasta hacer que se colocase de pie entre mis piernas, estando yo sentado en la silla de estudio de la habitación. "Has sido una nena mala y vamos a tener que darte un correctivo de verdad. No te basto con que te metiese la polla por el culete. Parece que no fue un castigo suficiente para corregir tu desobediencia, o sea que tendré que ser más duro con tu cuerpecito de zorrita".
Mientras hablaba, mis manos se habían posado ya en su culo apretándolo con fuerza.
  • "Vamos a quitar esta horrible chaqueta", le dije mientras bajaba la cremallera de la chaqueta de chandal y se la sacaba por los brazos. "Ahora levanta los brazos que hay que quitar esta camiseta horrible", le dije entonces haciéndola levantar ambos brazos para sacar por su cabeza una camiseta de manga corta azul con dibujos en rojo.
No llevaba sujetador debajo, por lo que su torso desnudo dejó a la vista sus pequeñísimos senos terminados en unos erectos y bastante grandes pezones sonrosados.
  • "Ahora las zapatillas", le dije haciéndole levantar uno por uno los pies para sacarle las chancletas que llevaba sin calcetines. "Muy bien y ahora vamos a ver la parte más bonita de nuestra nena".
De un fuerte tirón que hasta a ella sorprendió, sujetando por la cintura los pantalones de chándal y las bragas, se las bajé hasta los tobillos haciéndola levantar nuevamente los pies para sacárselo completamente y dejarla absolutamente desnuda, indefensa y con cara de súplica.
  • "Pero qué zorrita más rica tenemos desnuda. Ala cariño, ponte de rodillas y demuéstrame que te enseñé bien el otro día como se mama una polla", dije mientras me sacaba la ya durísima polla por la bragueta. "No te preocupes que no me voy a correr en tu boquita, o sea que puedes chupar con toda confianza".
La pobre chica obedeció asustada, se arrodilló frente a mí y cogiendo la base de mi polla con sus dos manos, lamió el glande, chupando mis líquidos preseminales para un minuto después comenzar a tragar mi polla tan profundamente como su infantil garganta le permitía. Su boca era tan pequeña que sus dientes rozaban ligeramente mi glande, pero no me importaba, puesto que lo estaba haciendo realmente bien. Mis manos de vez en cuando retiraban el pelo de la cara de la niña, recogiéndolo tras sus orejas, para ver sin obstáculos como mi polla entraba y salía de su boca.
  • "Pero qué bien chupas cariño. Ahora quiero que aprietes bien los labios y te dejes hacer", le dije a la vez que retiraba sus manos de la base de mi polla colocándolas apoyadas en mis rodillas. "Eso es, ahora deja que te folle yo la boquita a mi ritmo".
Con una mano a cada lado de su cabeza, a la altura de sus orejas, le sujeté con fuerza, comenzando a mover su cabeza arriba y debajo de mi polla a la vez que con leves movimientos de cadera hacía que mi miembro se clavase un poquito más en su garganta. De esta forma, mi pene llegaba hasta el fondo de su boca, provocando de vez en cuando arcadas en la chica, que no hacía sino aguantar como podía mi follada. Obedeciendo mi orden, sus labios apretaban con fuerza mi polla dándome más placer aún que antes, pero a pesar de ello no podía evitar que su saliva fuese goteando hasta bañar completamente mi polla, manchando toda su cara también.
  • "Pero que zorrita que eres, cariño y como te dejas follar la boca sin rechistar!. ¡Estoy seguro que en el fondo estás deseándolo toda la semana, puta!".
  • "¡¡¡Mmmmmgggghhhh!!!", era lo único que salía de la boca de la chica.
  • "Ahora no se te ocurra soltarme la polla cariño que vamos a la cama".
Yo me levanté de mi asiento y la obligué a andar de rodillas para no soltarme la polla, hasta que llegué a la cama, donde primero me senté en su borde, para luego comenzar a recostarme hasta tumbarme completamente.
  • "Ahora cariño ponte en postura de 69 que quiero comerte el chochito a ver si te corres".
La cría obedeció y sin soltar la polla de sus labios consiguió colocar sus piernas a ambos lados de mi cabeza, ofreciéndome su entrepierna al antojo de mi lengua y mis dedos. Dicho y hecho, mis manos abrieron al máximo su preciosa e infantil entrepierna, para que mi lengua pudiese llegar, lamer, chupar y jugar con el clítoris de la chica, provocándola gemidos de placer desde el primer instante.
  • "Venga cariño, no te olvides de chupar", le dije a la vez que con un movimiento de caderas hice que mi polla llegase hasta sus amígdalas.
Elsa nuevamente obedeció y dejándose devorar por mí comenzó nuevamente a mamarme la polla arriba y abajo, aumentando la intensidad de sus gemidos a cada momento. La chica se había corrido por dos veces cuando yo ya no pude aguantar un momento más.
  • "Pero qué bien lo haces putita. Ahora aprieta bien los labios otra vez que me toca a mí y prepárate para tragar que te voy a llenar tu pequeña boca de zorra".
Dicho y hecho, me comencé a correr en su boca descargando una y otra vez chorros de semen que la chica se vio obligada a tragar para evitar enfadarme. Mientras me corría mis manos estrujaban el culo de la chica con todas mis fuerzas dejando mis dedos marcados en sus blancas e infantiles nalgas.
A pesar de que mi orgasmo fue bestial, pasados un par de minutos, mi polla seguía en una posición de erección más que aceptable para poder seguir jugando con la chica.
  • "Muy bien cariño, ya puedes sacarte la polla de la boquita. Has empezado siendo una nena muy buena", le dije mientras le daba un fuerte azote en su nalga derecha. "Ahora vamos a volver a probar ese culito tan pequeño que tanto me gustó follar el otro día".
  • "Por favor eso me duele mucho. Por ahí no me lo hagas por favor, que me hace muchísimo daño".
  • "Pues si te duele grita cariño, que estamos solos en casa. El otro día comprobamos que tienes un culete suficiente para dejar paso a mi polla, o sea que ya sabemos que no se te va a romper nada ahí abajo. Venga a cuatro patitas en el suelo con los codos apoyados en el suelo y no me hagas repetir ni una sola instrucción".
La pobre chica obedeció a pesar de que sabía que lo que la iba a hacer ahora le iba a doler mucho. Se colocó a cuatro patas, con rodillas y codos apoyados en el suelo, manteniendo las rodillas completamente juntas pensando que tal vez así no podría meterle nada por detrás. En esa postura su culo quedaba ligeramente orientado hacia arriba, permitiéndome una penetración más visible desde las cámaras.
  • "Pero qué culo más maravilloso tienes, pequeña. ¡Te la voy a clavar hasta los huevos!", le dije colocándo mis dos pies por el exterior de sus rodillas y dándole un nuevo fuerte azote en el culo.
Para poder apoyarme cómodamente y a la vez evitar que la cría se pudiese prácticamente mover, coloqué una silla de 4 patas que tenía en su habitación apoyada en el suelo pero tapándole la espalda. Parecía como si la cría hubiese sido la que se hubiera metido bajo la silla a buscar algo, dejando fuera su culo demasiado gordo para pasar entre las patas del mueble.
  • "Así estas preciosa pequeña. No te muevas mucho que va a ser peor".
Apoyando una mano sobre la silla, con la otra me sujeté la polla por su base para jugar un poco con ella, torturándola un poquito.
  • "¿Por donde quiere meterse esta pollitaaaaaa?", le pregunté en tono burlón mientras rozaba el glande por sus nalgas y su raja. "¡Venga responde coño y no me hagas enfadar. Quiero oír tu sentido de humor, joder!".
  • "Por mi culo", dijo Elsa muy bajito.
  • "No te he oído. Habla un poco más claro. Quiero que me respondas como lo que eres, pequeña. Una guarrilla viciosa. ¿Por donde se quiere meter?".
  • "Por mi culo, se quiere meter por mi culito aunque casi no tiene sitio", dijo ahora en un tono de voz que sí se pudo grabar con claridad.
  • "Pues habrá que hacerle sitio en el culito de la nena, ¿no te parece?".
  • "Sí, claro. Le haré un poco de sitio a ver si cabe", dijo entre sollozos.
  • "La verdad es que sí parece estrechito el culito de la nena. ¿Tú crees que cabrá?", dije concentrando ahora los movimientos de mi polla en círculos cada vez más pequeños alrededor de su ano.
  • "Yo creo que sí, porque el otro día ya estuvo dentro".
  • "Vamos a intentarlo entonces, porque esta pollita se muere de ganas de follarse el culito de la nena. Relaja el culo cariño".
Sujetando ahora con fuerza mi polla por la base, colocando el glande justo a la entrada del culo de la chica comencé a apretar con decisión.
  • "¡¡¡AAaaaaaaaaauu!!!", se quejó la chica.
  • "He dicho que relajes el culo cariño, que sino va a ser peor".
Sin relajar la presión en ningún instante, mi polla venció la resistencia del ano de la cría y el glande se clavó en su interior.
  • "¡¡¡¡AAAAAAAAAAAauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!", gritó ahora con toda su fuerza. "¡¡Me haces mucho daño, por favor. Paraaaaaaaa!!".
  • "Lo tienes claro cariño. Te lo voy a follar hasta que salgan chispas. Y además hoy te la pienso meter bien hasta el fondo, no como el otro día".
Dicho y hecho, en cuanto el glande traspasó la barrera, seguí empujando, haciendo que centímetro a centímetro mi polla fuese desapareciendo en el culo de la chica, que se quejaba, lloraba e intentaba levantarse con poca fuerza. Desde que enfilé su ano hasta que mis huevos tocaron sus nalgas, pasaron no más de 20 segundos en los que la cría gritaba sin parar, pero no se movía, permitiendo que la sodomizase sin remordimiento ninguno por mi parte.
  • "Qué culo más rico y más apretadito tienes cariño. Me encanta follártelo. Ya te puedes ir acostumbrando".
Con la polla ya clavada en su ano, apoyé mis dos codos en la silla recostándome sobre ella y comencé a moverme sacando y metiendo. Los primeros 2 minutos de sodomización debieron ser una tortura para la chica, que gemía y lloraba de dolor mientras mi polla entraba y salía de su indefenso culo. Pasado ese tiempo se fue relajando y yo mismo noté como su ano no apretaba ya tanto a mi polla.
  • "Ahora mejor, ¿no cariño?".
  • "Auuu, me duele todavía. Pero un poco mejor", respondió inocente la cría.
Pues entonces vamos a sacar y meter otra vez.
Eso le resultó nuevamente doloroso, ya que a pesar de que su ano estaba realmente dilatado, la nueva entrada del glande fue dolorosa para ella que volvió a gritar ante la violación de su agujero más íntimo. Hasta un total de 25 veces seguidas saqué y metí la polla nuevamente del ano de la chica, comprobando en cada ocasión que la entrada era más sencilla.
Sin sacarle la polla, quité la silla, la tiré en el suelo para sodomizarla tumbado sobre ella, la puse tumbada de costado para seguir dándola desde atrás, la coloqué cabalgando invertida sobre mí obligándola a ella a moverse con mi polla en el culo, nuevamente a cuatro patas arrodillándome yo entre sus piernas y finalmente la hice ponerse de pie recostada sobre la mesa, para cogiéndola por las caderas follarme su culo a toda velocidad. Una hora tuvo que soportar la chica como la enculaba en todas las posturas imaginables hasta que de esa forma y a una velocidad endiablada me corrí nuevamente en su culo. La última media hora Elsa gemía al notar el mete y saca de mi polla. No se puede decir que de placer puro, pero desde luego no era dolor lo que notaba.
Después de la eyaculación, ahora sí que mi polla se cayó completamente relajada, haciendo imposible una nueva relación en los próximos minutos, o sea que me después de limpiarme a conciencia la polla de los restos de su saliva y sus jugos anales, la obligué a tumbarse en la cama donde la sobé entera durante 20 minutos hasta que abriéndola las piernas comencé nuevamente a practicarla un cunilingus a su delicioso conejito. Eso no lo soportó más de 5 minutos volviendo a tener un orgasmo, seguido de otro y otro más mientras mis manos pellizcaban sus durísimos pezones. En el último orgasmo chilló tanto como cuando la sodomizaba hacía una hora, agitando compulsivamente su cabeza a un lado y a otro.
  • "Pero cómo la gusta a mi niña que la coman el coñito, Dios mío. ¿Sí o no?", le dije.
  • "Me encanta", reconoció la chica sin tapujos con los ojos cerrados por la excitación.
  • "Pues vamos a probar otra cosa, que tengo el cacharro ya preparado", dije refiriéndome a mi polla que estaba ya dura como una roca. "Túmbate en la mesa, pequeña", le dije cogiéndola del brazo y ayudándole a tumbarse en la mesa de estudio dejando su culo justo en el borde. " A ver si por aquí te entra mejor", dije situándome entre sus piernas, cogiéndolas con las manos a la altura de sus pantorrillas y colocando mi polla a la entrada de su vagina.
  • "¡¡No ,por favor, que me puedes dejar embarazada!!", dijo la chica.
  • "¿Embarazada?. No me jodas que tienes la regla si no te ha salido ni un pelito".
  • "No, no tengo la regla, pero ¿eso es necesario para quedarse embarazada?".
  • "Si hija. Tú relájate y siente como te follan por primera vez, que de este momento te acordarás toda tu vida".
Su vagina era tan estrecha como su ano, pero estaba terriblemente lubricada por los anteriores orgasmos o sea que mi polla se deslizó con total suavidad hasta llegar a su himen. De un empujón de caderas, rompí la virginidad de la chica arrancándola un gemido de dolor, que siguió de un constante quejido mientras me la follaba como si de una mujer se tratase. Probablemente la rotura de su himen le hubiese provocado alguna pequeña heridita que le dolía con mi penetración. La cogía con las caderas y me la folle a toda velocidad, sin sacar ni un momento la polla de su vagina, pellizcándole nuevamente los pezones y besándola en la boca sin parar, a pesar de que ella intentaba gemir y soltarse de mis labios. Así llego mi tercer y último orgasmo de la tarde, acabando con la virginidad más joven que había tenido hasta ese día.
Cuando terminé, le saqué la polla, me lavé, me vestí y me marché, dejando a la chica arreglándose un poco en el baño con lágrimas todavía en sus mejillas, pero con cara de haber pasado un rato con buenos y malos momentos.
  • "Bueno, pequeña. Nos vemos. No olvides tu promesa de que eres mi esclava durante una semana. Ya has pasado tu primer día y de momento tienes el aprobado, o sea que no la vayas a cagar ahora".
  • "Cumpliré mi promesa, pero por favor no digas nada a mi madre".
  • "Así me gusta. Hasta luego", dije después de haber recogido en mi bolsa las cámaras y trípodes que habían grabado las últimas dos horas en el dormitorio de la chica.

Sesión especial con Gemma

Ese día antes de llegar a casa recibí una llamada en el móvil que en principio no reconocí.
  • "Hola buenas tardes", dijo el desconocido. "Soy Ramón, el vecino de arriba de la chica rubia a la que te follas. El otro día me invitaste a follármela. ¿Te acuerdas de mí?".
  • "Hombre, sí. Claro que me acuerdo. Al principio no te había conocido, pero luego sí. ¿Cómo estás?. No recuerdo haberte dado mi móvil".
  • "Bueno, esto… bien. Bien, estoy bien. Saqué el número de la llamada que me hiciste para que bajase el otro día".
  • "Sí, es verdad. Perdona. Dime, ¿a qué debo tu llamada?".
  • "Pues, hombre la verdad es que llevo varios días pensando llamarte, pero no me atrevía. La verdad. Quiero repetir lo del otro día y no se si te lo puedo pedir, si te tengo que pagar, … no sé como pedirlo".
  • "Ya, o sea que te gustó lo del otro día con tu vecinita, ¿no?".
  • "Ya ves. Joder, es que además el otro día se lo comenté a un amigo, lo que pasó y el tio flipaba a colores. De hecho ayer a la tarde estuvimos esperando escondidos en el portal para ver a mi vecina. Quería enseñarle a mi amigo lo buena que está, ya que no se lo creía. La verdad es que yo quería haberle dicho si quería follar con los dos juntos, pero no me atreví a decirle nada. De hecho ni nos vio. Yo no es que tenga dinero para pagarte, pero no se, igual te puedo devolver el favor de alguna forma, no se, trabajando en algún sitio, o no se como tú me digas".
  • "Ya. O sea que harías cualquier cosa por follarte otra vez a tu vecinita, sobre todo por follarte su culito, que el otro día te quedaste con las ganas. Y me imagino que si te dejo follartela con tu colega, pues ya flipais a colores, ¿no es así?".
  • "Pues sí. La verdad es que sí. ¿Puedo hacer algo por ti para que me dejes follarmela otra vez con Manu, mi amigo?".
  • "No se si lo sabes pero lo que me estás pidiendo vale un montón de pasta si lo querrías comprar. Pero un montón. Estamos hablando de una tía de 18 añitos, rubia, con un cuerpo de la hostia a la que quieres follar, dar por el culo y hacer que la mame en su propia casa. Si no tienes dinero dime que puedo sacar yo a cambio y tal vez lleguemos a un acuerdo. Por ejemplo, follarme a tu hermana, o a tu novia, o … no sé tú dirás".
  • "Joder. No tengo hermanas ni novia y Manu tampoco. La única tía de la familia que seguro que te ponía bien cachondo es una prima mía que seguro que la conoces … mira su foto.
  • "Sí, claro que la conozco. ¿Es familia tuya?".
  • "Sí, es mi prima. Su madre y la mía son hermanas. Si quieres hablo con ella a ver si quiere que quedéis a cenar o algo".
  • "¿A cenar?. Tu estás tonto. Mira hacemos el trato si me consigues la llave de la casa de tu prima y me avisas una noche que duerma sola. De lo demás me encargo yo".
  • "Joder, ¿no la irás a hacer nada?. Hostia que es mi prima y nos llevamos bien. Sobre todo me llevo muy bien con su hermano que es de mi edad y …".
  • "No la voy a hacer nada que tú no vayas a hacer esta tarde a tu vecinita, si es que llegamos al acuerdo. Tú verás".
Después de unos segundos de silencio en que casi se "oía" pensar al chico, este respondió.
  • "Está bien. Te diré su dirección y te conseguiré las llaves. Vive en la Moraleja en un chalet de cojones. Sale con un tio famoso que no se cómo se llama, pero él viaja bastante, o sea que seguro que es fácil saber cuando está sola. Te conseguiré también la clave de la alarma si dejas que esta tarde mi amigo Manu venga conmigo a follar con mi vecina. Pero prométeme que no le harás nada que nosotros no hagamos esta tarde a la puta de mi vecina. Es mi prima tío y hemos crecido juntos".
  • "De acuerdo. Me parece un trato justo".
  • "Vale. Mañana a la tarde te llevo un sobre con la llave, la dirección, la clave de la alarma y una fecha apuntada en que dormirá sola en casa. ¿Cómo hacemos para quedar?".
  • "Igual que el otro día. Yo te llamo cuando podáis bajar".
  • "De acuerdo. Me parece bien. Manu va a flipar, bueno y mi vecina más todavía, por que tiene una polla acojonante. Ya verás. Hasta luego entonces".
  • "Adiós, hasta luego".
La mañana se me fue estudiando y trabajando en la composición del nuevo video de Elsa. Se iba a vender como rosquillas y me iba a forrar con seguridad, porque tenía un material increíble.
Un par de horas antes de acudir a la casa de Gemma, le envié un mensaje al móvil: "Esta tarde quiero que me recibas con un bikini que sea tanga. ¿Tienes?".
A los breves segundos recibí la respuesta de la chica: "Sí. No me lo había puesto nunca hasta ahora".
Mi intención inicial era avisar a los dos chicos cuando ya estuviese en el interior de la casa de mi alumna, como hiciera la semana pasada, pero a última hora decidí cambiar de opinión y se avisé poco antes de tocar el timbre de la chica. En poco más de 10 segundos los chicos bajaron corriendo las escaleras.
  • "Hola chavales", les dije.
  • "Hola jefe. Este es Manu, el amigo del que te he hablado".
  • "¿Qué hay Manu?. Tu amigo me ha dicho que también te gusta su vecinita, ¿no?".
  • "Ya lo creo. Está buenísima. Tengo unas ganas de follármela que ni te lo imaginas".
  • "Me alegro. Por cierto tu amigo me ha comentado que tienes un pollón de cojones, o sea que a ver si lo usas bien y la castigas un poquito a tu nueva amiga".
  • "Descuida, me la voy a follar por todos los sitios".
  • "Por cierto jefe toma el sobre prometido. Dentro tienes todo: copia de las llaves, dirección, 5 días completos en que estará sola y código de alarma".
  • "De acuerdo. Muchas gracias".
  • "Vale. Vamos allá", dije a la vez que tocaba el timbre de la puerta. "Filmaré todo lo que la hagamos a la chica. Espero que no os importe".
  • "Que va. Tu graba lo que quieras".
  • "Vale, a mi tampoco me importa, pero nos tienes que dar una copia".
  • "Está bien. Os daré dos copias, una para cada uno. Me parece justo".
Gemma abrió un poco la puerta y miró al rellano para comprobar que era yo. Cuando me vio abrió la puerta completamente, quedándose completamente cortada a ver a mis dos acompañantes.
  • "Ho, hola. Estooo, … ¿Por qué vienen esos dos contigo?", dijo la chica mientras yo les invitaba a pasar a los chicos.
  • "Hoy tenemos una clase especial y he tenido que pedir ayuda a estos dos chicos. Yo solo no podía darla. Además a uno de ellos ya le conoces bien, a Ramón tu vecino. El otro día ya pasó a ayudar un poco al final de la clase, pero hoy les he tenido que pedir ayuda desde el principio".
  • "Pero, yo, no, estooo…".
  • "Bueno chica calla ya y pasa a la habitación".
Una vez todos dentro del dormitorio de la chica, monté las dos cámaras habituales en unos segundos y les invité a los dos chicos que estaban un poco cortados a sentarse en la mesa de estudio, que no tenía ni un papel encima.
  • "Bueno, pues te decía que a Ramón ya le conoces bien. Esta vez me ha dicho que su amigo Manu también tiene cosas que enseñar y les he invitado a venir. ¿Te importa?".
  • "Pues, joer, yo paso de tríos y cosas raras. Esto no me gusta nada".
  • "Eso de que pasas de tríos lo tengo que decir yo y no tú. Tú harás lo que yo te diga o sea que basta de chorradas. Por cierto el bikini te queda espectacular. Date un par de vueltas para que nuestros invitados te vean el culo, bonita. Por lo visto los dos se mueren de ganas de follártelo".
La chica obedeció y giró tres veces sobre sí misma dejando a los chicos contemplar su precioso cuerpo.
  • "¡Joder, vecina!, si llevas tanga. Pero que buena estás. ¿No se te ocurrirá ir así a la piscina, no?".
  • "Ya ves que son unos chicos cumplidos, o sea que habrá que complacerles un poquito. Quítate la parte de arriba, déjanos ver tus tetitas y acaríciatelas como una stripper de verdad. Quiero que pongas realmente cachondos a tus amiguitos".
La chica obedeció, quedándose solo con la parte de abajo del bikini. Su cara reflejaba miedo, pero aún así obedeció a pies juntillas mi instrucción y comenzó a acariciarse las tetas cogiéndoselas por abajo, hasta llegar a sus pezones, que acariciaba en círculos una y otra vez.
  • "Joder, ¿me la puedo tirar ya?", dijo Ramón, me está poniendo tan cachondo que me duele la polla de lo dura que la tengo.
  • "No, todavía no. Esperad un poco y ten paciencia. Luego será aún mejor".
  • "Hostia que tía más puta. ¡Qué buenísima está!. ¿Tú has visto que labios de zorra tiene?. Necesito que me la chupe", dijo el amigo.
  • "Ahora preciosa, enseñándonos el culete, quítate el tanguita de forma sexy, siéntate en la cama con la espalda en la pared y hazte una pajita pensando en las tres pollas que van a pasar por tus tres agujeros. Queremos oír cómo te pajeas hasta correrte, o sea que no te cortes y sóbate como quieras".
Tras un par de segundos de duda, la chica se dio la vuelta y sin doblar las rodillas se agachó quitándose la parte de abajo del bikini, dejándonos entrever su rajita desde atrás. Luego se sentó en su cama con la espalda apoyada en la pared, se abrió completamente de piernas dejándonos ver su entrepierna perfectamente depilada con una pequeña línea de pelo en el pubis y tras chuparse dos dedos, cerró los ojos y comenzó a frotar su clítoris mientras con la otra mano acariciaba sus pezones.
  • "Hostia, esto es demasiado", dijo Manu.
  • "¡Joder!" dijo su amigo.
  • "Tened un poco de paciencia chicos que nuestra amiga no se va a ir corriendo. Dejadla que se toque un poquito. Si queréis sacaos las pollas y poneos en pelotas. Podéis ir pajeándoos un poquito para tenerla bien dura, pero no os paséis y os vayais a correr…".
Dicho y hecho, los dos chicos se desvistieron en 30 segundos, quedándose solo con los calcetines puestos al igual que hice yo. En ese instante su pollas ya apuntaban al cielo buscando guerra. Tal y como me había dicho Ramón, su amigo tenía un pollón realmente descomunal. No mediría menos de 24 o 25 centímetros y era gordo como un calabacín. Desde luego la pobre chiquilla iba a sufrir si quería metérsela por detrás. Los chicos no dejaban de exclamar una y otra vez lo buena que estaba la chica, sobre todo cuando Gemma empezó a meterse un dedo por el coñito mientras con la otra mano seguía frotando su clítoris.
  • "Bueno chicos por último y antes de dejaros vía libre con nuestra nena, os voy a mostrar que nuestra amiga sabe tomar pollas por tres agujeritos. Las posturas son cosa vuestra y a ver si sois imaginativos", le dije mientras me acercaba a la chica ofreciéndole mi polla para que la chupase. "Chupa putilla".
Gemma obedeció y con cara de asustada se metió en la boca mi polla comenzando al momento a mover su cabeza apretando con fuerza los labios, justo como sabía que a mí más me gustaba.
  • "Os recomiendo que hagáis que os la chupe, porque tiene una boca acojonante la chica. El segundo agujero es el coñito" les dije sacando mi polla de su boca, sentándome entre sus piernas con las rodillas dobladas hacia atrás y clavándole mi polla por su conejito arrancando el primer gemido de la chica. "¿Veis?. Esto la gusta mucho y gime como una conejita en celo cuando os la folláis, sobre todo si la dais a la vez un buen masaje de tetas", les iba explicando mientras mis manos sobaban con mucha fuerza los pechos de la chica moviéndolos arriba y abajo.
La cara de los chicos era más que de asombro, porque ni parpadeaban observando cómo me follaba a su vecina y pensando ellos cómo iban a satisfacer todos sus sueños con ella.
  • "Por último nuestra nena tiene un agujerito muy estrechito que a ella no le gusta demasiado utilizar pero que a nosotros nos vuelve locos, ¿a que sí chicos?. ¿A que sabéis a qué me refiero?".
  • "Joder a su culo. No te puedes ni imaginar las ganas que tengo de follármela por el culo", dijo Oscar.
  • "Ya te digo" asintió con cara de más asombro aún su amigo.
  • "Eso es. Pues para metérsela por detrás hay que tener un poquito de cuidado, porque sino no entra. ¿No es así zorrita?", dije mientras en esa misma postura levanté un poco su trasero para meter la almohada debajo "Una vez que tengáis la polla dentro dadle buena caña, pero es mejor que se la metáis con cuidado, porque lo tiene tan pequeño que igual hasta os hacéis daño si empujáis muy fuerte. ¿Veis?. Así se encula a una nena como esta".
Colocando en esa postura la punta de mi polla en el ano de la chica a la vez que me la sujetaba por la base, para orientarla bien, comencé a empujar.
  • "¡¡¡Aaaaaauuuuu!!!. ¡¡Nooooooo!!, ¡por ahí no por favor!", gritaba y se quejaba la chica.
  • "¿Veis?, se queja un poquito, pero ya veréis como luego gime como una golfa cuando la bombeo por el culo".
Mi polla fue desapareciendo en el culo de Gemma que se le dolía más que otras veces puesto que esta vez no tenía lubricación de ningún tipo. La cara de los chicos era ya algo increíble por la excitación que tenían sobre todo cuando vieron que mi polla desapareció por completo en el ano de la adolescente.
  • "¿Veis que bien la cabe toda?. Bueno chico la tuya tendrás que probarlo, porque la tienes gorda, pero yo creo que la tomará enterita. Ahora os movéis con ganas para castigarla un poquito por zorra y por dejarse encular de esta manera sin chillar más".
Así comencé a moverme a toda velocidad en el culo de Gemma, que estaba muy poco dilatado y siguió arrancando sus gemidos de dolor un buen rato. Mis manos agarraron con fuerza a la chica por las tetas, aplastándoselas y estrujándoselas, concentrándome en sus pezones, que puse morados a pellizcos.
  • "Chicos ya que estoy aquí me vais a dejar que me corra antes de empezad vosotros y así os enseño una cosa que la gusta mucho también a esta zorrita. Tú no te preocupes rubia que este va a ser sin duda tu polvo más corto".
5 minutos después de la sodomización, me movía a toda velocidad en el culo de la chica, que seguía gimiendo de dolor por lo incómodo de la postura. Cuando estuve a punto de correrme, le saqué la polla del culo y se la coloqué en la boca, obligándola a abrirla para permitir que me echase mi corrida en su interior.
  • "¡Hostia, tío!, pero que puta zorra. ¿Se lo va a tragar?".
  • "Joder, que sí se lo tragará a que sí pequeña. Demuéstrales lo que te gusta mi leche".
Gemma con un poco de cara de asco tragó la leche que llenaba su boca, engullendo por tanto toda mi corrida de una sola vez.
  • "¿Os ha gustado chicos?. Pues es toda vuestra".
  • "No por favor. Amo, no me hagas esto", dijo la pobre chica recuperándose de sus arcadas.
Yo me retiré de la cama y los dos chicos se lanzaron como bestias a por la chica. Parecía que habían hablado entre ellos porque Oscar fue directo a obligarla a que se la mamase mientras su amigo se la metió por el coño sujetándola por los tobillos para abrirla las piernas al máximo. Gemma lanzó un grito de dolor por el tamaño de la polla del chico, pero no pudo decir nada, porque tenía la boca llena y sabía que ni no cumplía yo le castigaría de verdad. Comenzó por tanto a dejarse follar en la cama totalmente abierta de piernas mientras el otro chico se la metía por la boca hasta la garganta. Después de unos minutos en esa postura, Oscar pidió a su amigo cambiar, por lo que Ramón sacó la polla del coñito de la chica y arrodillándose al lado de su cabeza le ofreció la polla para que se la mamase, mientras él se colocaba entre sus piernas clavándole la polla hasta el fondo de su conejito.
  • "Hostia tío que coño más precioso tiene esta tía. ¿Te has fijado como se lo depila la muy zorra?. La de veces que me la he machacado pensando en hacerle lo que le estoy haciendo ahora mismo".
  • "Está realmente buenísima, pero parece que tiene la boca un poco pequeña. ¡Venga abre la boquita cariño, que no tengo la polla tan gorda!".
  • "¡¡Mmmmmmhhhh!!, ¡¡GGgggnnnooo empugues tanto!!", se quejaba la chica porque Oscar estaba tratando de meter su pollón en su boca y no era fácil.
Finalmente lo consiguió y la primera mitad de la polla del chico se alojó en la boca de la indefensa Gemma, que no podía sino gemir. Llevaba ya media hora siendo violada por 3 pollas y la excitación que sentía era evidente, aunque ella trataba de reprimirla.
  • "Yo creo que a la muy zorra la está gustando", dijo Oscar.
  • "A ella no sé, pero a mi la mamadita que me está pegando me está volviendo loco".
  • "Vosotros folláosla con ganas y sin complejos, chicos, ya vereis como se termina corriendo como una ninfómana".
En la misma postura aguantaron al menos 10 minutos, tras los cuales Gemma comenzó a gemir de dolor nuevamente.
  • "¡¡¡Mmmmmhhhh!!!, ¡¡Guidadoooooo!!. ¡¡Degspaciiiioooo, pog favogggggg!!", trataba de hablar con la boca llena.
  • "¿Qué te pasa ahora zorra?. Tú sigue chupándomela que me estás volviendo loco"
  • "Es que se la estoy cambiando de agujerito y parece que le gusta más por delante que por detrás", dijo Oscar.
  • "¡Hostia cabronazo, se la estás clavando por el culo!".
  • "Hombre, con las ganas que tenía. No te puedes ni imaginar. Está estrecho de cojones pero mira ya se la he metido hasta la empuñadura y gime como una perra cuando me muevo", dijo el chico a la vez que abría las piernas de la chica sujetándola por los tobillos para permitir que su amigo viera como su polla se movía libremente en el culo de la chica. "La voy a dar por culo como hacen en las películas de Private. ¿Has visto alguna?".
  • "Sí, alguna".
  • "Pues eso la voy a hacer. Cada poco se la saco y se la vuelvo a meter para que se la abra bien el culo. Además lo que más gusto me da es meter y sacar la puntita".
  • "Venga, tú dale caña, que luego yo quiero probar. Nunca he dado por detrás a una tía y me muero de ganas".
Gemma había dejado los reprimidos gemidos de placer de hacía unos minutos para pasara gemir de dolor, sobre todo cuando su violador sacaba completamente su polla, comprobaba la dilatación de su culo y se la volvía a clavar hasta el fondo de un solo empujón. Cuando le metía la polla hasta el fondo, notaba como si tocase el fondo de su culo, provocándole un pequeño dolor a cada empujón a tope del chico.
  • "Joder, tío como siga dando por culo a esta zorra me voy a correr y no quiero terminar todavía. ¿Cambiamos?", dijo Oscar.
  • "Hecho. Venga, ponte a cuatro patas rubia y prepárate para recibir una polla gorda por tu maravilloso culito del que tanto presumes en el Instituto con tangas y pantalones ajustados".
  • "Por favor, tú no me la metas por detrás, es demasiado grande y me vas a machacar. Por favor te lo pido, amo, no le dejes hacer eso. No entrará".
  • "Tú calla y deja a los chavales que te follen a gusto zorra. Ponte a cuatro patas como te han ordenado, deja suelto el culito y sigue mamando la polla de tu vecino".
Gemma obedeció y se puso a cuatro patas sobre la cama, apoyando rodillas y codos, metiéndose la polla de su vecino en la boca, que se había sentado con las piernas cruzadas frente a ella. Su amigo se colocó detrás, de rodillas entre las piernas de la temblorosa chica y sujetándola por las caderas comenzó a restregar su polla por el sexo de la chica sin metérsela.
  • "Joder, si está mojada entera la muy puta. Se queja y se lo está pasando mejor que nosotros las tía".
  • "Tú fíjate como me la mama. Si es que es más puta que puta la tía. Y yo pensando en invitarla un día a cenar a ver si se dejaba tocar las tetitas. Joder que chorra soy", dijo su vecino mientras sobaba y pellizcaba sus tetas a la vez que Gemma movía su cabeza arriba y abajo. "Venga métesela ya que quiero ver cómo se retuerce. Desde aquí tengo un primer plano cojonudo".
Ramón colocó el glande de su pollón en el ano de la chica y comenzó a empujar sujetándosela por la base con una mano y agarrándose a las caderas de la chica con la otra. El ritmo con que le mamaba la polla a su vecino disminuyó repentinamente, puesto que el dolor de la dilatación extrema que empezaba a notar en su ano le impedía moverse normalmente.
  • "Venga zorra, no dejes de mover la cabeza", dijo Oscar dando un azote en el culo de la chica.
  • "No se yo si voy a poder encularla. Lo tiene muy estrecho", dijo Ramón que seguía empujando en la misma postura.
  • "Espera que yo te ayudo, pero tú sigue mamando zorra", dijo su amigo colocándose de rodillas en la cama sin sacar la polla de la boca de la chica, que se tuyo que incorporar apoyando sus manos y colocándose realmente a cuatro patitas.
Oscar así llegaba perfectamente al culo de la chica, por lo que colocándo una mano en cada nalga de la chica comenzó a tirar hacia fuera con fuerza tratando de abrirle el culo al máximo.
  • "Venga sácala y vuelve a empezar, que yo te abro el culo de esta puta".
Ramón obedeció y retirando la polla que no había llegado a pasar de la barrera del ano ni con el glande comprobaron que el culo de la chica estaba abierto de verdad.
  • "Tu abrela bien que voy".
  • "Venga, dale. Sujétatela por la base y empuja sin miedo que tiene que entrar".
  • "¡¡¡¡MMmmmmmmgggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!", gritaba la chica cada vez más fuerte.
  • "Joder la verdad es que tio tiene un culo esta tía que te mueres. Joder que gusto da cogérselo así mientras te la chupa".
  • "¡¡Ahoraaaa!!. Entró".
El glande de Ramón había sobrepasado el ano de la chica mientras yo filmaba en un primer plano la nueva violación anal de Gemma. El chico comenzó a empujar ahora ya más suavemente y su polla fue desapareciendo centímetro a centímetro en el ano de la chica.
  • "Hostia, yo no pensaba que un culo fuese tan profundo macho. Le entra entera".
  • "Ya te digo. Yo pensé lo mismo. Seguro que a otras tías no les entra tanto, pero a esta…".
Ramón comenzó el mete y saca por el ano de la chica, que poco a poco fue calmando sus gemidos.
  • "Basta tía no me la chupes más que estoy a punto de correrme y quiero probar otra cosita de las películas de Private contigo. ¿Tú has visto alguna película de Private Gemma?".
  • "No, no se lo que es eso. Supongo que serán pelis porno, ¿no?", dijo la chica con la boca libre entre pequeños gemidos por la sodomización que seguía recibiendo
  • "Sí. Mira hacen una cosa que se llama sándwich que lo vamos a probar contigo".
  • "¿Qué es eso?. Por favor no os paseis más conmigo"
  • "Vaya chavales, eso me gusta. Venga enseñad a nuestra amiga lo que es un sándwich. Creo que hasta ahora no lo ha probado nunca".
De forma casi acrobática, Oscar se fue introduciendo entre los brazos y piernas de la chica hasta llegar a dejar las rodillas de su amigo a la altura de su entrepierna. La chica seguía sin comprender lo que querían hacer con ella hasta que Oscar pidió a su amigo. "Venga Ramón tío vete bajando y no te muevas en unos segundos a ver si la ensartamos por los dos agujeritos".
  • "¡¡¡¡¿¿Queeeeeeeee??!!!!. ¿Por favor no seais animales. No me la metais los dos a la vez que me vais a destrozar. ¡¡Amo por favor, no les dejes hacerme eso!!".
  • "Tú tranquila y relajate, que te vas a correr del gusto. Ya lo verás".
Cogiéndola por las caderas, Ramón obligó a la chica a doblar las rodillas hasta sentarse a caballo sobre su amigo. Oscar tuvo que recolocarse un poco pero fue fácil colocarse en posición de penetrarla.
  • "Venga rubia, ahora métetela por el conejito, que te vamos a follar los dos a la vez", dijo el chico cogiéndo a su vecina por sus nalgas obligándole a colocarse en posición de ser penetrada vaginalmente por su polla.
  • "¡¡Aaaaaaauuuuuuu!!, ¡Los dos a la vez no por favor!. ¡¡Paraaaa!!, ¡para!, ¡paraaaaaaaa, que no cabeeeeee!", gritaba la chica ahora con la boca libre.
La polla del chico se deslizó con dificultad pero muy suavemente por la vagina de la chica que estaba empapada en sus jugos sexuales.
  • "¿Ves como entran las dos?. Si tú estás preparada para meterte la polla de dos caballos, preciosa. Venga ahora en vez de movernos nosotros muévete tú. Métete y sácate las dos pollas, vecinita".
Al principio no se atrevió, pero un par de mordiscos en las tetas por parte de su vecino la obligaron a empezar a moverse muy suavemente haciendo que las dos pollas a la vez saliese y entrasen una vez tras otra de sus dos agujeros. La chica sentía como si su entrepierna se fuese a desgarrar, pero estaba indefensa entre 3 hombre y no tenía otra posibilidad. Los chicos aguantaron quietos 5 minutos disfrutando de cómo la chica se follaba sus dos pollas a la vez, hasta que primero Ramón y luego Oscar comenzaron a moverse por si mismo. El movimiento no estaba sincronizado, por lo que a veces entraban sus dos pollas a la vez y otras una entraba mientras la otra salía. Cuando eran las dos pollas las que se clavaban simultáneamente, la seguía gimiendo de dolor.
  • "Chicos para que esto sea una escena Private de verdad falta una cosa o sea que vamos a dárselo también a nuestra rubia amiguita", les dije yo.
  • "Venga jefe, dásela que te la chupe que esta tía aguanta todo".
Mi excitación había ido en aumento la última hora mientras los dos chicos se follaban a Gemma, pero ya no podía aguantar más y ver como la sometían a un sándwich, me obligó a dejar la cámara en el trípode cogiendo una panorámica, sacarme la polla y ofrecérsela a la chica para que me la chupase.
  • "Ala, cariño, chúpamela a mí para que tengas tres pollas en tu interior y te sientas una puta de verdad".
  • "¡¡Mmgggghhh, mmmmggggghhhhh!!", gimió al meterse mi polla en su boca.
Sujetándola por la cabeza, me follé la boca de la chica hasta el fondo hasta que los tres nos corrimos gimiendo como locos. Los chicos se corrieron en el interior de la chica y yo lo hice sin sacarle la polla de la boca a la vez que me movía con gran velocidad. Se vio obligada nuevamente a tragar hasta la última gota de mi leche que descargó directamente en su garganta.
Un minuto después, los chicos se relajaron y "desempalaron" a Gemma, que estaba sudorosa y agotada. Cada vez que uno de los chicos sacó su polla, primero de su culo y luego de su vagina, lanzó un gemido de placer, por la excitación a que había estado sometida. Yo ya había sacado mi polla de su boquita, ordenándola que se relamiera perfectamente por si algún resto de mi corrida caía por sus labios. Dije a los chicos que se vistieran y me despedí de ellos, mientras Gemma se quedó sentada en una silla, desnuda y con actitud pensativa.
  • "Bueno chicos, espero que os haya gustado, porque igual es el mejor polvo que echais en vuestra vida".
  • "Ya te digo. ¡Qué pasada, tío!", dijo uno.
  • "Acojonado me marcho", respondió el otro.
  • "Bueno pues nada hasta otra. Espero que pueda llevar a cabo mi plan con tu prima".
  • "Lo que te he dado son datos buenos. De eso puedes estar seguro".
  • "Vale, bien. Ya te contaré. Si es verdad te llamaré y tal vez te recompense de alguna forma y por cierto, lo que ha pasado hoy no se lo podeis decir absolutamente a nadie. Nos jugamos más que un comentario de machitos".
  • "Hecho, tío. Hasta otro día".
  • "Adiós chavales".
Volví a la habitación donde Gemma seguí sentada en la misma posición.
  • "Bueno, rubia. Tú dirás. ¿Qué te ha parecido la lección de hoy?".
  • "Pues me ha parecido que me habeis follado como a una puta barata. Me habeís jodido como habeis querido sin preocuparos de mí. Esos dos anormales además seguro que lo cuentan en el instituto y es lo que me faltaba".
  • "Tú tranquila. No van a contar nada".
  • "Ya. Tú imaginate que ahora se lo cuentan a mis amigas. Yo me muero".
  • "No exageres. Has gemido como una perra mientras te daban los dos caña, o sea que no te quejes tanto".
  • "Si, ya claro. Yo no quería, pero al final mi cuerpo me ha traicionado. Al principio me moría de dolor cuando me la metieron los dos juntos, pero luego fue yendo mejor".
  • "¿Mejor?. Venga rubia. ¿Te has corrido o no?".
  • "Sí, sí que me he corrido, la verdad, pero joder no creo que quiera repetir esto".
  • "¿No crees?. ¡Qué zorrona eres cariño!. Si repites te corres todavía mejor que hoy. A ti te gusta follar y punto. Libérate de una vez de esos prejuicios, coño".
Gemma no quería reconocer que efectivamente le había gustado sentirse follada y penetrada por 3 hombres. Se ruborizó y siguió sin levantar la vista del suelo hasta que me despedía de ella, no sin antes decirla todos los deberes de matemáticas que debía hacer y estudiar para el próximo día. Era fundamental que su madres viese que en el colegio progresaba bien.

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