lunes, 1 de agosto de 2011

Culitos tiernos para un jardinero (XX)

Marché al hotel a dormir y a la mañana siguiente sobre las 12 salía en dirección a Roquetas de Mar para visitar a Sonia. A media tarde ya había llegado a Roquetas, había comido algo ligero, había buscado un hotel y estaba aparcado frente a la casa de Sonia. Se trataba de un bonito chalet que pertenecía a una urbanización bastante grande. La espera fue realmente larga y hasta las 8:30 no apareció Sonia. Iba en un ciclomotor conducido por un chico que parecía bastante mayor que ella. Sonia vestía un vaquero cortado muy corto (justo por debajo del culo) y una camiseta de tirantes con la que sus tetas parecían realmente grandes. En la esquina de su casa, ella se bajó de la moto y dio un beso en la boca al chico, que se despidió de ella dandole un cariñoso azote en el trasero. Sonia caminó hasta la puerta de la casa y desapareció en su interior diciendo algo que me pareció un "hasta luego" a su acompañante.
Eso estaba claramente en contra de sus "estatutos de esclava", según los cuales debía informarme y pedirme permiso para cualquier rollete que desease tener. Por ese beso ya se merecía un castigo, pero antes de nada debía ver si había algo más, para poder castigarla en consecuencia.
A las 10 un grupo de chicos y chicas entre los que estaba el chico que la acompaño hacía un rato, fueron a recoger a Sonia, que salió de casa vestida con una traje de minifalda azul claro muy ajustado. El color negro de su piel contrastaba con el color claro y estaba realmente espectacular. Era el mismo traje que ya llevó una vez a mi casa, en nuestra primera cita tras su libertad. No llevaba sujetador, puesto que era un traje sin tirantes y o bien era un minúsculo tanga o nada lo que llevaba de ropa interior, puesto que no se marcaba absolutamente nada. Los chicos que la esperaban se quedaron mirando perplejos y su noviete la dio un beso con una nueva caricia en el culo que a ella pareció agradarle. Les seguí con mi coche hasta una zona de macro-discotecas en la que aparcaron el coche frente a una de ellas y entraron. Yo hice lo mismo y me coloqué a una distancia prudencial del grupo para que Sonia no me viese. Pidieron cada uno un combinado de alcohol y fueron hacia la pista donde estuvieron bailando no más de media hora. Yo aún no me había terminado mi Gin-Tonic cuando Sonia y su amigo se separaron del grupo para dirigirse hacia una zona de mesas muy oscura que había en una esquina de la discoteca. Yo les seguí discretamente de nuevo y observé cómo allí varias parejas se daban un lote espectacular, hasta el punto de que alguna de las parejas parecía que se lo estaba haciendo. Sonia y su novio no eran menos y el chico estaba besando apasionadamente a Sonia que recostada con la espalda sobre sus muslos ponía a su disposición sus pechos, que él masajeaba a conciencia por encima del vestido. Sus manos también acariciaban los muslos de la chica metiéndose por debajo de su falda, acariciando su culo e incluso al cabo de unos minutos de lote, pasaron a sobar con total claridad la entrepierna de la chica, que permitía todo tipo de manoseos a su compañero. Era evidente que Sonia había incumplido el "estatuto de la esclava" y que por tanto se merecía un buen castigo de su amo. El problema era que allí no tenía ningún instrumento de castigo o sea que tendría que improvisar algo. En unos minutos se me ocurrió la solución o sea que salí de la discoteca y fui al aparcamiento, desde donde mandé al móvil de Sonia el siguiente mensaje: "Has incumplido el reglamento. Mereces un castigo. En 5 minutos sal al aparcamiento, al lado de mercedes azul".
Los 5 minutos pasaron y la chica no salió al aparcamiento, con lo cual insistí. Tal vez estuviese demasiado ocupada: "Esta es tu última oportunidad de cumplir como esclava. Te doy 2 minutos más. Pon excusa y sal". Pasaron otros 5 minutos y la chica no salió, o sea que pensé que no quería montar ningún lío por seguir con este juego. Probablemente había perdido a Sonia, si bien en Madrid haría otro intento por disfrutar del cuerpazo de la negrita antes de darla por perdida. No quería forzar una bronca yo solo contra el ligue de la chica y sus amigos. Opté por marcharme y al ir a abrir el coche oí un grito a mi espalda:
  • "Un momento, un momento, no te vayas", gritó Sonia por detrás desde lejos mientras se acercaba corriendo. "Lo siento mi amo, pero no he podido salir antes".
  • "Ya, entiendo. ¿Por qué?".
  • "Bueno, mi amo, seguro que tú ya lo sabes. Supongo que me has visto y por eso me has llamado. Me he enrollado con un chico y... bueno pues le he tenido que decir que me tenía que ir a casa porque tenía un problema".
  • "Ya. ¿Te acuerdas de tus condiciones del viaje?. Sabes que no podías liarte con nadie sin pedirme permiso".
  • "Bueno, sí, la verdad es que sí. Pensaba decirte todo, de verdad, pero es que en el momento pues me dio como vergüenza, no se", en ese momento la chica comenzó a volver a parecer la cría que era en realidad. "No te enfades conmigo, por favor. Solo ha sido un fallo".
  • "De un fallo nada. Muchos fallos y además casi me voy sin que me contestes ni salgas. Eso merece un castigo. Además, ¿donde has dejado a tu noviete?".
  • "Esta dentro. Se ha cabreado un montón, pero me da igual me gustaba y nada más no me importa perderle. No es mi novio ni nada de eso". Por favor mi amo. No me castigues no merezco eso. He sido buena. He accedido a todo lo que me has pedido por difícil que fuese y doloroso para mí. Incluso me lo hice con un tío al que no conocía de nada porque me lo pediste".
  • "Era tu castigo y ahora te mereces un castigo de primera por desobediente. ¿Estas dispuesta a cumplir el castigo o prefieres que me vaya y haga lo que me parezca con las cintas que te he grabado".
  • "Por favor mi amo no me hagas esto. He sido buena. Si quieres nos acostamos o lo que quieras pero no me hagas nada malo por favor".
  • "¿Qué has hecho con ese chico?. Cuéntamelo en detalle, porque hay cosas que ya sé y como me mientas el castigo será aún peor".
  • "Nos hemos tocado, pero no lo hemos hecho. Yo le he hecho varias pajas y le acabo de hacer ahora una mamada para que me dejase salir y el me ha masturbado también varias veces, pero nada más".
  • "O sea que te has atrevido a comérsela a un tipo y dejar que te sobe por todos los lados sin pedirme permiso. Esto es muy grave negrita. Muy grave. Has sido una esclava muy muy mala y mereces un castigo que empezará ahora mismo. No quiero preocupar a tus padres. ¿A que hora se supone que debes llegar hoy a casa?".
  • "Los sábados es el único día que no tengo hora, o sea que da igual. Por favor no me hagas nada".
  • "El castigo empieza ahora mismo. ¿Llevas bragas y sujetador?".
  • "¿Cómo? Ah, eh, solo tanga mi amo".
  • "Pues empieza quitándotelo que no lo vas a necesitar esta noche. Tíralo por ahí". La chica obedeció y escondiéndose entre dos coches se quitó el tanga azul y lo tiró debajo de uno de ellos. "Ahora acércate a mí, ponte en cuclillas delante de mí, sácame la polla y cómemela hasta que me corra. Quiero ver mi semen corriendo sobre tu carita negra".
  • "Mi amo aquí hay mucha luz y todo el rato están entrando y saliendo coches. Nos puede ver cualquiera".
  • "¡No te lo repito negrita!. A comer pollita ahora mismo. Cuanto mejor y más rápido me lo hagas menos gente te verá haciendo de putita mía", le dije mientras me apoyaba en la puerta de mi coche casi frente a una farola.
La chica, probablemente por miedo a que yo publicase las grabaciones que tenía suyas y aunque pareciese increíble nuevamente aceptó, se agachó delante de mi, me sacó la polla y comenzó a comérmela. Mi polla estaba flácida al principio, pero en seguida se fue endureciendo hasta ponerse dura como una roca. Sonia se tragaba mi polla hasta el fondo de su garganta, la lamía arriba y abajo, me miraba con ojos de zorra golosa, se la volvía a comer, arrancándome quejidos de placer que no tardaron en hacer que una cuadrillilla de 5 chicos me oyesen y se acercasen.
  • "Joder tío. Al terminar nos la podías pasar un rato, ¿no?, o sino joder cortaros un pelo", dijo uno de ellos al llegar frete a nosotros.
  • "¿Os gusta?", les dije yo mientras hacía un gesto a Sonia que no dejase de chupármela.
  • "Hostias, ya te digo macho. Me das una envidia que ni te cuento. Menuda mamadita que te está pegando la negrita. Además está buena de cojones".
  • "Mmmmhhh, tú sigue preciosa y no te distraigas ni un segundo. Demuéstrales que eres capaz de engullirla hasta el fondo", le dije mientras con las manos empujaba su cabeza para que mi polla desapareciese completamente en su garganta.
  • "Bueno, ¿que?. Pregúntale a tu nena si quiere hacernos una mamadita al terminar contigo chico, que nos estás poniendo más cachondos que la hostia", dijeron en un tono como medio bromeando mientras dos de ellos se comenzaban a alejar.
  • "A ella no le tienes que convencer. Es a mí a quien debes convencer. Ella hace lo que yo le digo. La tengo bien enseñada", les respondí, ante lo cual los cinco se miraron perplejos.
  • "Joder tío. ¿En serio?. Venga va yo te doy 20 euros si la negrita tuya me la chupa y me corro en su boquita. Pero me la tiene que chupar como a ti, tragándosela hasta el fondo. Eso solo lo había visto por la tele macho", dijo el más atrevido de los chicos.
  • "Y yo también te pago tío. Por una mamada como la que te está dando ya te digo que pago esos 20 euros".
  • "Bueno chicos. Buff, joder como me la está chupando. Me está exprimiendo. Si me dais 30 euros cada uno os hace una mamada completa pero no os podéis correr dentro de su boca. Se lo tenéis que echar encima que la voy a hacer una foto con la cara llena de leche".
  • "Mmmhhh, mmmmhh, nnnnngo", decía Sonia para tratar de llamar mi atención rogándome que no le obligase a hacer eso.
  • "Joder tío. ¿En serio?. Venga vale, en plan peli porno".
  • "¿Estáis todos de acuerdo?".
Los chicos se miraron entre sí y asintieron entre ellos, para finalmente, el que estaba haciendo de interlocutor de todos me respondiese que vale.
  • "Pues venid a este lado del coche e ir sacando las herramientas para que mi amiga os las ponga duritas meneándolas un poco. A mi me queda poco y me voy a correr en un momento".
Mientras se llevaba a cabo la conversación, Sonia me miraba suplicando que no lo hiciese, en especial cuando los 5 chicos me dieron el dinero acordado, pero en ningún momento se atrevió a sacar mi polla de su boca, por temor a un castigo aún más humillante.
  • "Joder negrita dale fuerte que me queda poco. ¡Aaaahh!, Trágatela entera pequeña zorrita", dije mientras descargaba toda mi corrida en la garganta de Sonia que tragó hasta la última gota sin dejar salir por sus labios nada de mi semen. "Límpiala bien, pequeña, que mira cómo están de cachondos tus 5 amiguitos", le dije para que se fijase en los cinco chicos que estaban con la bragueta abierta y las pollas fuera, pajeándose un poco mientras terminaba conmigo. "Te recomiendo que seas rápida con ellos pequeña, sino seguro que viene alguien más a sumarse a la fiesta".
  • "Bueno preciosa, lo hemos echado a suertes y me ha tocado a mi ser el primero en recibir esa boquita en mi polla, o sea que ya puedes empezar", dijo uno de los chicos.
Sonia me miró con cara suplicante esperando que yo fuese a parar todo eso, pero no iba a ser así. Al contrario, lo que hice fue sacar mi cámara de fotos para inmortalizar el momento, por lo que la chica no tuvo otro remedio que empezar a mamar la polla del primer desconocido, un chico de unos 20 años algo muy gordo y con cara de auténtico pervertido, mientras con las manos meneaba la polla de los dos siguientes. Al principio suavemente, pero enseguida empezó a mover la cabeza a toda velocidad para tratar de conseguir que se corriese lo antes posible.
  • "Tío, mientras tu chica se la chupa a Álvaro, nos podías dejar sobarla un poquito, ¿o qué?".
  • "Lo siento tíos. Pero el trato ha sido una mamadita. Os prometo que no os arrepentiréis"
  • "Ya, pero coño fíjate que tetas tiene, joder. Además el vestido ese que lleva seguro que se lo subimos un poquito y podemos dar un buen masaje al culo de la negrita. Seguro que tiene un culo acojonante".
  • "Ya os he dicho que no. No quiero que os calentéis y os la queráis follar. El trato es el trato chicos".
  • "Bueno vale, pero joder que pena por que tío sobre todo vaya tetas que tiene esta tía".
  • "Ya lo sé, pero el trato es el trato. Además tened en cuenta que habéis conseguido un chollazo, porque una mamada de una nena como esta vale mucho más de 30 euritos y sino preguntádselo a vuestro amigo que está en el quinto cielo", dije mirando al tal Álvaro que estaba recibiendo la mamada de Sonia y que tenía una cara de placer indescriptible. "Oye Álvaro, majo, no se te olvide que te tienes que correr en su carita de ángel, o sea que no te vayas a olvidar, que estoy con la cámara preparada".
  • "Joder, tío que pasada. Como la mama la muy zorra. Me la está exprimiendo. Oye, la foto no la saques que se vea mi cara, que solo falta que mi novia me vea correrme en la cara de otra tía".
  • "No te preocupes, chico, lo que quiero es su cara, no la tuya. Y tú negrita, cuando se corran en tu cara pon cara bonita que quiero fotos espectaculares".
No fueron necesarios más de 5 minutos de mamada para que el primer chico sacase la polla de repente de la boca de Sonia y ayudado con unos meneos de su propia mano echase toda su corrida sobre la cara de Sonia, que cerró los ojos mientras el semen golpeaba sus mejillas, barbilla, labios y nariz. El momento fue inmortalizado por al menos 5 fotos de mi cámara automática. Casi no había terminado de correrse el primer chico, cuando el segundo se acercó a Sonia, que permanecía todo el rato de rodillas en el suelo, y le colocó la polla en los labios llenos del esperma de su amigo.
  • "Venga zorrita. Es mi turno, abre la boca".
  • "Ggghh, nnngooo", se quejó Sonia mientras el chico empujaba su polla en su garganta mientras con las dos manos la sujetaba por la cabeza.
  • "Chico, tranquilo, coño que la vas a atragantar. No hace falta que insistas tanto. Te la va a chupar de todas formas y además perfectamente chupada, a que sí, pequeña".
Sonia no podía hacer más que sonidos guturales mientras el segundo chico, más bajito pero de complexión mucho más atlética que su amigo le follaba la garganta sin compasión ninguna. Ese ímpetu se merecía unas cuantas fotos más, ya que los ojos de Sonia parecían platos, mientras me miraba suplicando que detuviese aquello. Ni cinco minutos fueron necesarios para que el segundo chico sacase la polla de la boca de Sonia y descargase un auténtico manantial de semen en la cara todavía empapada de la niña. En esta ocasión el blanco fueron los ojos, la frente y la nariz de la niña, que quedaron realmente ocultos bajo un charco de semen que incluso manchó el pelo que tenía sobre la frente. La escena nuevamente fue perfectamente captada por mi cámara. Uno tras otro pasaron los otros 3 chicos por la boca de Sonia, que hizo que se corrieran realmente en tiempo record. Al final de la mamada del último de los chicos, el semen inundaba la cara de Sonia, que permanecía son los ojos cerrados para evitar que el líquido le entrase en los ojos.
  • "Vale chicos. Espero que os haya gustado".
  • "Joder tío, ya te digo, ¿no chicos?", dijo uno de ellos, a lo que todos respondieron a la vez que sí con cara de alucinados todavía.
  • "Me alegro. Ha sido un placer chicos. Hasta otra".
  • "Adiós tío. Una pena que no nos dejes follarnos a la morenita, porque yo ya se la metía bien metida dentro de 20 minutos".
  • "Lo siento chicos. Otra vez será. Vamos a ir a dar una vuelta a la disco de enfrente a divertirnos un rato. Si queréis ir luego por allí, tomamos una cervecita, que yo os invito".
  • "Vale tío, nos vemos luego. Nosotros también vamos allí".
Sonia gimoteaba arrodillada, humillada y con la cara llena de esperma, que manchaba también el escote de su bonito vestido y el pelo de la frente.
  • "Muy bien pequeña. Ponte en pié. Ya se han ido tus amiguitos o sea que límpiate la cara un poco con esto, le dije, dándole una toalla que llevaba en el coche".
  • "Mi amo, a esto no hay derecho. Yo solo he tenido un error y me has tratado como una puta, no como a una esclava", dijo la chica con voz apagada por la humillación recibida.
  • "Eso lo decido yo pequeña. Además tú has tenido no solo la caradura de liarte con un tío sin que yo me entere, sino que además casi haces que me marche de aquí sin tener una respuesta tuya. Y eso no ha sido un error. Ha sido falta de disciplina".
  • "No hay derecho a esto, mi amo. Me has hecho parecer una puta obligándome a lo que me has obligado con esos tios. El castigo no ha sido proporcionado. Yo esperaba unos azotes o algo así. No esto. Te has pasado un montón conmigo. Seguro que a las otras chicas no les tratas así".
  • "A cada una os trato como os merecéis. Y no digas que me he pasado con el castigo, porque solo ha sido la primera parte. Falta la segunda, pequeña".
  • "¡¡¿Queeeee?!!. No por favor. Mi amo por favor. Te prometo que no volveré a mentirte ni ocultarte nada. No me hagas hacer nada más por favor. No aguantaré el asco de tener que repetir esto".
  • "Ya lo creo que hay segunda parte. Además no me ha parecido que sintieses tanto asco. Les has mamado la polla como una zorrita que eres. Ya verás las fotos y me lo dirás tú. Venga, vamos a la discoteca esa de enfrente a divertirnos un poco", le dije después de coger un pequeño "accesorio" que necesitaría para mi próximo castigo y que por suerte metí en el coche al salir de Madrid y comencé a caminar en la dirección de la puerta. "Has tenido suerte que no hayan venido otros 20 tíos al aparcamiento, porque se la hubieses comido a todos, zorrita. De todas formas vas camino de un record, porque has hecho 7 mamadas en una hora. No está mal, pero eso tiene que mejorar".
La chica se arregló el pelo como pudo, se limpió la cara y el pecho de semen, aunque no pudo evitar que varias manchas marcasen su bonito vestido a la altura de los pechos. Por increíble que parezca la chica me siguió y ambos entramos en la discoteca, que tenía bastante gente ya, a pesar de que más tarde sería la hora de máxima entrada. El guarda de la puerta, no nos cobró la entrada, posiblemente porque Sonia estaba demasiado buena como para no dejarla entrar gratis a cualquier local.
Una vez dentro, pedí dos cubalibres, un par de hojas de papel y un bolígrafo y nos sentamos en una mesa con sofá que había en la zona "oscura" de la discoteca, donde varias parejas se estaban dando un lote de escándalo, y a la vez varios chicos con más o menos disimulo observaban cómo las chicas de dejaban tocar, quitar el sujetador e incluso cabalgaban sobre sus parejas con las faldas sospechosamente levantadas cubriendo la escena mínimamente. Sonia me siguió con cara de asustada hasta una de las primeras mesas y por tanto muy visible desde la discoteca, sabiendo que algo más macabro tendría pensado para ella. Le dije que se sentase a mi derecha en el mullido sofá, lo cual hizo sin rechistar. Yo pasé mi brazo derecho por encima de los hombros de la chica, de forma que mi mano quedaba justo a la altura de sus pechos, que comencé a rozar con un dedo muy suavemente.
  • "Bueno, bueno, ¿qué voy a hacer contigo para que seas una buena esclava?", le dije mientras mi mano derecha ya sobaba su pecho sin reparo por encima del vestido, concentrándome en su pezón, que estaba claramente marcado en el vestido.
  • "Por favor mi amo, no me hagas comportarme como una prostituta por favor. No volverá a pasar, de verdad te lo digo".
  • "Ya, eso también me lo has dicho antes, pero me has vuelto a engañar".
  • "Mi amo por favor, ya me has castigado. Me has hecho lo del aparcamiento. Por favor. Aquí nos está viendo todo el mundo por favor, para".
  • "Ni se te ocurra volver a contradecirme porque el castigo va a ser aún peor. A partir de ahora no solo serás mi esclava, sino que serás mi zorrita. ¿Está claro?. Pon la pierna encima de la mía, quiero que esos chicos vean cómo magreo tu negro conejito de zorra".
  • "Sí mi amo, está bien", dijo, obedeciendo y dejando sus piernas entreabiertas y por tanto su entrepierna al alcance de mi mano, ya que antes la había obligado a quitarse el tanga".
  • "Precioso coño si señor. No me canso de sobarlo. Además estás mojada. Eres más que una zorrita, pequeña. Eres una auténtica zorra con mayúsculas. Te has excitado antes chupándosela a esos desconocidos. Joder".
  • "Aaah, mi amo, por favor".
Mientras mi mano sacaba un pecho del vestido de la chica para exhibirlo ante todos mientras lo sobaba, mi otra mano se hundió en el húmedo sexo de la chica, comenzando a masajear el clítoris enérgicamente. En esa postura estuvimos el tiempo suficiente para provocar en Sonia su primer orgasmo de la noche, ante el asombro de la gente que pasaba, que se quedaba alucinada al ver lo que estaba haciendo a una belleza como Sonia en una zona demasiado iluminada.
  • "Levántate y arréglate el vestido, zorrita. Vamos al baño, que no quiero que nos echen de la discoteca antes de tiempo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario